Hace algunas semanas circulaban, con furor, las fotos del salar, expuesto a causa de la sequía de la laguna en Melincué: Una localidad del sur de la provincia de Santa Fe. Ubicada en el departamento General López.
Esta noticia, acompañada de las increíbles postales de los turistas, despertó el interés de aquellos excursionistas aventureros con ganas de ver con sus propios ojos el fenómeno.
Decidimos emprender viaje, con la premisa de capturar algunas imágenes y volver, pero Melincué sabe cómo encantar a sus visitantes y llena de historias, no solo nos dejó tomarle algunas fotos sino que además, nos presentó sus memorias.
Nos acompañó una cálida tarde de sol y ya llegados a dónde se encuentran los restos del antiguo hotel, cruzamos destino con Marta Chagay y Nicolás Mustach. Marta tuvo la fortuna de conocer el hotel balneario cuando aún se erguía con solidez en el lugar. Nos contó cómo era y nos dejó grabar un poco de su relato.
Atestado de turistas recorriendo, tomando mates, pasando un momento con la familia, cubriéndose el cuerpo con las sales curativas, Melincué nos invitaba a extender la aventura.
Más tarde, nos encontramos con Oscar Pernigotti, quien fue presidente y vice presidente de Melincué por varios años. Cómo gran conocedor y local, nos habló sobre las propiedades del salar de la laguna y nos contó la leyenda folclórica sobre el origen de la cuidad.
Así también, y en sincronía con estos hechos y por recomendación de Oscar, pudimos acercamos hasta la casa de Carlos Pellegrini, un apasionado por la historia de Melincué, trabajó en el balneario junto a su padre y atesora en fotografías los momentos más hermosos del lugar.
Un viaje lleno de encantos y que nos deja con ganas de siempre volver.