Hola amigos viajeros. Desde la primera vez que escuche esta historia supe que debía viajar a ese pueblo a realizar contenido. Para hacerlo me aloje en Villa Constitución y salí al día siguiente con un sol radiante a desandar los ciento veinte kilómetros que me separaban de mi destino. Solo ciento veinte kilómetros y al llegar, la lluvia era constante. No era una lluvia fuerte, mas bien era un poco mas que una garua; constante y triste, como un llanto de lamento; por mas que quise no pude dejar de asociarlo con la leyenda y el pensamiento se hacia mas recurrente con cada gota que me mojaba.
Espero esta historia de ruta sea de su agrado y no olviden regalarme un like, compartir el vídeo con sus amigos y familiares y dejarme un comentario, o bien aconsejarme sobre alguna historia o leyenda para poder documentarla.