Los tomates son mucho más que un simple ingrediente; representan una explosión de sabores y colores que pueden transformar cualquier plato. Cultivar tomates en tu huerto es una experiencia fascinante, ya que cada variedad ofrece algo único, desde su forma y color hasta su sabor y textura. Imagina poder disfrutar de tomates frescos, cosechados directamente de tu propio jardín, que no solo son más sabrosos que los comprados, sino que también son más nutritivos.

Te presentamos algunas variedades de tomates que seguramente alegrarán tu huerto y tu mesa:

Avoa de Osedo: Tomates grandes y rosados, ideales para salsas y ensaladas, con una carne jugosa y pocas semillas.

Feos de Tudela: Con su aspecto irregular y piel fina, estos tomates son perfectos para disfrutar en ensaladas o carpaccios, gracias a su sabor excepcional.

Aretxabaleta: Dulces y carnoso, estos tomates son ideales para comer frescos, sin necesidad de añadirles sal o aceite.


De Penjar: Perfectos para rociar sobre el pan, estos tomates típicos de Cataluña y Baleares tienen una baja cantidad de agua, lo que les permite conservarse muy bien.

Tomate de Montserrat: Su estructura hueca los convierte en la opción ideal para rellenar con pescados o preparar deliciosas recetas tradicionales.

Huevo de Toro: Estos tomates carnosos y maduros son perfectos para preparar gazpachos y sopas frías, realzando su frescura.

Corazón de Buey: Carnosos y jugosos, son ideales para ensaladas y conservas, ofreciendo un intenso sabor en cada bocado.

Estas variedades no solo añadirán color y sabor a tus comidas, sino que también te brindarán la oportunidad de disfrutar de la satisfacción de cultivar tus propios alimentos.